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    Hace 14 años

abril 18, 2008

A la camita!

Hace algunos días, leí con sorpresa, que se han cumplido 10 años de la existencia del Viagra. ¡Palmas compañeros! dirán algunos y con justa razón, pues fácil que por ahí le deberan más de un polvillo al mencionado medicamento. Sin embargo, esta noticia me trajo a la memoria ciertas frases de amigas, despechadas y muy piconas, con relación al desempeño sexual de sus parejas y/o eventuales acompañantes.

¿Qué pasa, señores? ¿Será que las chicas nos hemos vuelto muy pedilonas?, ¿será que no tenemos ni un ápice de comprensión para con nuestros desfallecientes novios?, ¿será que mientras más stress y responsabilidades tengamos, más se incrementa nuestro apetito sexual? o quizá sólo es una temporada de 'capa caída' en la población masculina. Epa, tampoco caigamos en generalidades, pero de hay muñecos alicaidos, los hay.

Las señoritas en cuestión, muy aplicadas ellas y dignas representantes de la PEA (población economicamente activa, para quienes no sepan) manifestaban, cachacienta y lastimeramente, el pobre desempeño de sus otroras tigres sexuales. 'Se viene en one, y de ahi a dormir', 'Sólo puede uno porque dice que está muy cansado', 'A veces sólo prefiere quedarse a dormir'... osea... juat?????

Seguro que para cuando algunos caballeros estén leyendo estas líneas, estarán recordándome hasta mi última generación (contra a ellos), pero esa es la verdad señores. Bueno, la verdad de algunos cabe resaltar, quizá no de muchos, quizá no de pocos. Pero, pongámonos una mano en el pecho y reconozcamos que el día a día te agota, te estresa, te pone de mal humor, y lo único que se quiere es un buen duchazo y zas! a la cama, pero a dormir!!!!!!! Sin embargo, es también muy cierto, que es ahí cuando las mujeres tenemos más ganitas, estamos con los poros abiertazos, con la piel recién humectada, con el perfume en los rincones del cuerpo y susurrando sandez y media con tal de encender la llama.

La mechita prendió, y oh! maravilla, parece que la noche es joven y el divertimento sexual recién empieza. Pero el reloj ya marca la 1 de la madrugada y: 'mañana se tiene que trabajar' y 'tengo muchos pendientes', y 'hace días que no estoy durmiendo bien', y 'el jefe me ha citado mañana temprano' y 'mejor el fin de semana' y de pronto, zas! se quedó dormido. So... ¿qué fueeeee? Mejor dicho, ya fue señoritas, así que recoge tu calzón no más y metete debajo de las sábanas que ya está empezando a hacer frío.

Vaya pues que el panorama está cambiando, pero no se arrochen, ni se achoren señores que también tienen derecho a tirar la toalla de cuando en cuando, pues ya hubo un tiempo en el que el clásico 'tengo dolor de cabeza' resultó ser el floro perfecto de las niñas cuando querían evitar un encuentro sexual.

No creo que haya necesidad de una pepita de Viagra -todavía- porque les concedemos la duda de que sea una cuestión de absoluto cansancio y no tanto una disfunción fisiológica. Quizá la mente esté por otros lares, quizá el sueño esté retrasado, quizá simplemente se quiera dormir y con justa razón, pero no lleguemos a extremos señores y por favor y lo más importante, no se les ocurra una bajada de motor a medio camino. No way!!! Una buena comunicación, un tanto de comprensión, sumados a un termo de leche de pantera, pueden ser las opciones para evitar estos problemillas. Suerte, provecho y servido.

abril 13, 2008

Cómo ser pendejo y no ¿morir? en el intento

Hace más de un año, que recorriendo calles miraflorinas, me encontré con un viejo amigo de universidad. Habían pasado años de no vernos y la última vez que lo ví, estaba de la mano de su novia, la dulce Pao. Cuando nos encontramos, conversamos de todo y claro está que el tema de los amores salió a la luz, me comentó que se había dado un tiempo con Pao, pero que extrañamente se sentía -a diferencia de ella- muy bien. Decía no extrañarla, no pensarla mucho, y que empezó a creer que lo suyo era más costumbre que amor. Días más tarde de ese encuentro, me confirmó que lo suyo con sweet Pao, había terminado.

Nuestra amistad tuvo una cercanía por aquellas fechas, yo andaba media confundida y empezaba una relación con un amigo y él ponía punto final a la suya después de varios años. Sin embargo, me sorprendió cuando, muy fresco él y con una filosofía alpinchista al tope, me confesó que había decidido -porque para él fue una decisión- convertirse en un gran pendejo.
Osea, nunca la había hecho, nunca se había portado mal y ahora, quería convertirse en la trucha versión de Caligula. No pes, yo solté una carcajada, que lo avergonzó y lo hizo pensar en que quizá nunca podría serlo. Le dije en su colorada cara que, para mí, un pendejo nace, no se hace. Él, me tiró un lapo y me invitó un helado.
La risotada que mi amigo provocó en mí, no fue gratuita. Tan solo su actitud, nada creíble, de querer ser algo que nunca fue, ya era un símbolo de que nunca podría serlo. No pues, los pendejos y pendejas (éstas últimas en franco ascenso) son una especie que tiene la careta bien puesta. No se hacen bolas, paltas, no quieren compromisos, todo es de momento, se vacilan y no buscan más. Ojo que no es que piensen que pueden pasar toda su vida así, pero si todo se presta 'para la cochinada' pues bacán. Es un Carpe Diem constante. Claro que se enamoran y sufren, pero no dejan que el resto vea esa faceta.
Ahora, los hay públicos y otros caletas, y sus actitudes los desnudan desde la primera salida. Un pendex, no llama entre semana para tomar un café, para ir al cine o para asistir a alguna exposición. Eso es un afán o una verdadera amistad. El o la pendex te timbra los fines de semana a media madrugada, te manda msjes calentones por msn, te pone comentarios jodas en el jaifai, pero ojo no pregona que lo va a hacer. Él o la pendex hacen la cita en one, sin preámbulos, actúan de momento, por impulsos. I want satisfaction, right now.
Pero, ¿qué haces cuando te enamoras de uno (a) así?. Ahí está el detalle, como diría mi tío Cantinflas. No pes, así no corre. Así no juega Perú. O peor aún, ¿qué pasa cuando un pendex se enamora? Pero eso es otro rollo. Aquí el asunto es que ser o comportarse con un pendex, no es una actitud que puedas decidir u optar. Mas aún si nunca la has hecho y ahora la quieres hacer, los resultados pueden ser desde funestos hasta patéticos.
Luego de meses de aquella conversa con mi amigo, hace unos días me lo volví a encontrar, de la mano también, pero esta vez de una simpática cheff. 'Nos debemos una conversa', me dice. 'Claro que sí', le digo. Di unos pasos más y m pregunto, qué habrá sido de su intento de hacerse el pendejo, porque al parecer, no le duro mucho. Total y que por ahí le aplicaron el dicho: para pendejo, pendejo y medio.

abril 06, 2008

Tu, la Novia que nunca fuiste y Yo, el Novio que nunca seré

Hace unos meses, y acompañados de varias latas de cervezas, un viejo amigo -Lu- y yo tuvimos una conversa, a la que siempre vuelvo cuando el corazón me da de pataditas. Resulta pues que años atrás, la química que nos envolvía era tan ambivalente como la opción política de varios de nuestros congresistas.

Cruzábamos miradas de manera jodida, nos buscábamos por sonseras, nos reíamos de tonterías y las chelas siempre nos ponían a tono. Pero él, se encargaba de restregarme en la cara que ya había conocido al amor de su vida, osea, entérate Mili, que tú solo eras un gusto. You go it? Sin embargo, han pasado años de eso, y durante este verano, la química parecía encenderse de nuevo, pero esta vez, con bajos niveles de pirotecnia. El asunto que me rondaba el cerebro mas que el bobo era: ¿Siempre existirá esa química que hubo alguna vez entre dos personas, aún cuando sus vidas puedan desarrollarse a millones de kilómetros y existan otros personajes en sus historias?

La veritas era que para cuando tuvimos esa conversa, yo ya no sentía esas mariposas que, años atrás, pudieron lanzarme a sus brazos con el firme propósito de mandar a mudar a la susodicha dentro de su corazón. No puedo negar que aún me parecía un tío interesante (sólo con él me puedo sentir ignorante de varios temas) pero lo veía y algo en él no me cuajaba. Las chelas iban y venían y esperaba que hicieran efectos para poder cerrarle los labios con un beso y sentir lo que alguna vez nos mantuvo sin habla por varios minutos, sin embargo, eso nunca ocurrió.

Ambos coincidíamos que las oportunidades de fusionar nuestros caminos nunca fueron las ideales, pero también caimos en un mutuo reproche de que nunca nadie hizo más de la cuenta por sobrepasar la barrera de los 'amigos con ganas'. Palteos superados, la conversa fue relajada y sazonada con varias risas de por medio y miradas honestas, pero yo seguía preguntándome, ¿a donde se fueron esas fucking mariposas, que muchas veces me hacían parecer una estúpida frente a él y que me hacían ensayar respuestas edulcorantes, en caso él se animáse a decirme si quería ser su novia? No había. No more.

No puedo negar que quería verlo con otros ojos, quería que funcionase, aunque sea sólo por esa noche, pero mi cabeza y los tumbos de mi corazón -para esas fechas- ya tenían nombre y apellido. Recordaba además, ya rumbo a casa, las veces en que terminaba una relación (o me terminaban) con el firme propósito de quedar como amigos. Me preguntaba, si acaso volvía a ver a alguno de mis novios, si aún existiría esa química que nos unió. Si bien es cierto, Lu nunca fue mi ex, estuvimos cerca de serlo, pero no. No obstante, luego de esa conversa sí sentía que podía verlo como amigo, que las mariposas ya se mandaron a mudar hace rato y que nuestra química, con el paso de los años, no será mas que un buen recuerdo.

No hemos vuelto a tener una conversa tan intensa como aquella, además él ahora anda encandilado con una nueva relación y yo por otros lares. Sin embargo, si me atrevo a concebir la idea que lo que no fue en su momento, nunca será, por tanto la frase con la que cerró aquella noche de verano no pudo ser mejor: 'Tú eres la novia que nunca fuiste y yo, el novio que nunca seré'.

Celos de una BiGirl

He aquí una colaboración solidaria de Stinky, amiga de Helga y su particular punto de vista acerca de los celos de los que ha sido presa!!!! osea.... SIN COMENTARIOS.
¿Quién las entiende? Creo que no hay nada peor que una amiga bisexual o lesbiana celosa.
Los celos de estas peculiares amigas, creo saber y poder afirmar, que ¡son peores que los celos masculinos!

He aquí mi hipótesis: una amiga bisexual o lesbiana no sólo te ve como una simple amiga con la cual puedes chismear o reírte, sino como una potencial conquista, agarre, tire o posiblemente…novia.

Entonces, ¿Qué pasa cuando conoces a otra chica fulanita? Te haces amiga de ella, se llevan de puta madre, se ríen, son uña y mugre, todo muy lindo. Aquí empieza el drama, si así como lo leíste, D-R-A-M-A.

He divido los celos en 4 etapas: la primera etapa, conoce a mi nueva amiga.
Claro, nosotras las chicas nos contamos todo entre amigas, entonces, porque excluir de contarle lo genial que te llevas con fulanita a tu amiga. He aquí el comienzo, pues a tu amiga, fulanita no le cae bien, entonces empezará con los comentarios irónicos y sarcásticos para hacerte sentir su molestia.: “Claro, ahora vas al shopping con fulanita.” “ Ah si, el otro día con fulanita bla bla.” Yo deduzco que lo que le pasa a ella es como una especie de erupción interna de celos que va descargando mediante sus comentarios acerca de fulanita.

Una vez pasada esta etapa, donde claro, tu te das cuenta de la actitud que tiene hacia ti, le planteas cuál es su problema, porque tanta bronca hacia fulanita. Etapa número 2: ¡Me siento reemplazada! ¡PLOP!

O sea, ante semejante revelación, lo único que te queda decirle es que no piense eso porque tu la sigues queriendo como amiga, que las cosas no han cambiado de tu parte, que nunca la vas a reemplazar, etc. Todo ese rollo que suena a floro barato pero que es cierto pues ¿no?

Bueno, listo, según tú, problema resuelto, borrón y cuenta nueva…pero NO!!!!! Esto da solo el pie a la tercera etapa de esta cadena celosa. La próxima vez que quieras contarle algo sobre fulanita automáticamente ocurrirá el distanciamiento. Tu amiga deja de llamarte, de responder tus mensajes, mails o cualquier otro medio de comunicación posible. Simplemente desaparece del mapa para hacerte sentir su ausencia y de cierto modo cierto grado de culpabilidad por haberla dejado de lado. Te invaden los pensamientos: “ Pucha, la hice sentir mal.” “Fácil si la he dejado de lado”. Objetivo cumplido, te hizo sentir culpable.

Una semana, 10 mails, 5 llamadas y 20 mensajes de texto, la amiga aparece diciendo que tuvo una semana muy ocupada. Obviamente tu la abordas y le pides perdón una vez más (claro, te sientes culpable) ella te dice que esta todo bien, como que no es gran cosa, es más ya se olvidó del tema y es aquí donde viene la cuarta y última etapa: La pelea.

Tu amiga ahora te habla con indiferencia, te hace creer que no le importa y que el ataque de celos por fulanita ya fue, pero ¡mentira! Tu sabes que no es así por la frialdad con la que te trata y por el 0 % de interés que muestra por saber de ti. Entonces, la que reclama ahora eres tú. Se voltea la tortilla, ahora eres tú quien le reclama su falta de interés, su frialdad hacia contigo, etc. Es ahí donde termina este juego. Ella al oír tus reclamos te habla con una voz de superada y te dice: “Veo que tienes ganas de pelear conmigo, y sinceramente no estoy de humor.” Cuelga el teléfono. ¡RECONTRA PLOP!

Es ahí donde te das cuenta que acabas de ser víctima de un ataque de celos, donde al final la que quedó como histérica, eres tú.

¿Quién las entiende? Yo sinceramente, no. Fui víctima de uno de estos ataques y como experiencia no podía dejar de escribirlo.